Émile Zola (París, Francia, 2 de abril de 1840 – ibídem, 29 de septiembre de 1902), fue un escritor francés, considerado el padre y el mayor representante del naturalismo.
Desde 1897, Zola se implicó en el caso Dreyfus, militar francés, de origen judío, culpado falsamente por espía.
El novelista interviene en el debate dada la campaña antisemita, y apoya la causa de los judíos franceses. Escribe varios artículos, donde figura la frase "la verdad está en camino y nadie la detendrá" (12-1897). Finalmente publicó en el diario L'Aurore su famoso "Yo acuso" (Carta al Presidente de la República), 1898, con trescientos mil ejemplares, lo que hizo que el proceso
de revisión tuviera un brusco giro.
El efecto causado por su participación en el Caso Dreyfus lo posicionó como líder de las fuerzas progresistas (republicanos y socialistas) que reclamaron al gobierno derechista la defensa de los derechos humanos en la República. El gobierno, apoyado por los partidos conservadores, el ejército nacionalista y la Iglesia Católica, lo acusó por injurias y lo persiguió, por lo que se exilió en Inglaterra hasta que se demostró la inocencia definitiva de Dreyfus y el complot militar.
En 1899 volvió a París y pudo ver indultado a Dreyfus, y el 29 de septiembre de 1902 murió asfixiado por la defectuosa combustión de una chimenea, hecho que suscitó muchas sospechas dadas las reiteradas amenazas de muerte que había recibido.
Su influencia sobre las generaciones posteriores de escritores no fue sólo literaria, ya que su actitud de involucrarse tanto en la literatura como en la realidad social se transformó en un paradigma del escritor comprometido y dominó la escena cultural de occidente hasta la década de los 70. También es autor de las series Las tres ciudades, compuesta por Lourdes (1894),Roma (1896) y París (1898), y Los cuatro evangelios, integrada por Fecundidad (1899), Trabajo(1901), Verdad (póstuma, 1903) y Justicia (inacabada).